EL CLIENTELISMO NOS ARRANCÓ UN DERECHO
Por: Robert Cabrera.
robertpcabrera@hotmail.com
Tamboril.- El clientelismo nos arrancó uno de los derechos que como votantes nos permitía elegir directamente al diputado de nuestra simpatía.
Después de décadas donde el Senador de un partido arrastraba a los diputados, se logró que en varias elecciones tuviéramos la oportunidad de elegir directamente a quien deseábamos como nuestro representante en la cámara baja.
Con el alegato de que el clientelismo estaba haciendo muy costosas las campañas proselitistas, donde aspirantes a una curul debían erogar grandes cantidades de recursos para alcanzarla, incluso entre compañeros de un mismo partido. La Junta Central Electoral, finalmente decidió que se vuelva al arrastre.
De la misma manera que el Alcalde arrastra a los regidores, así los senadores arrastrarán a los diputados a partir de las elecciones del 2016, lo que representa un retroceso, porque lo ideal sería que el votante pudiera seleccionar a sus candidatos favoritos a cada posición electiva.
Lo que uno entiende debió suceder es que se aplique más controles que eviten el dispendio de recursos. Que se prohíba el que se esté pintando los postes de luz y paredes de las comunidades y la colocación de afiches y cuanta propaganda callejera que contamina visualmente el entorno.
Que se penalice la compra de votos, como ha estado sucediendo libremente en los diferentes colegios electorales instalados para las votaciones, ante la mirada indiferente de las autoridades.
No es derogando las conquistas como los pueblos avanzan, sino aplicando normas que permitan que las cosas se encaminen por la ruta correcta.
Lamentablemente, el próximo congreso estará compuesto por aquellos hombres y mujeres que sean señalados porque beneficien las aspiraciones de los presidenciables y no por sus reales condiciones que puedan ser puestas al servicio de la patria.
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