MELANIO PAREDES
Para Caba, es lamentable sostener que hasta ahora, Prats de Pérez y Melanio Paredes, son los peores ministros de educación que ha tenido el país.
POR DOMINGO CABA RAMOS
-PRIMERA PARTE-
SANTIAGO.- Una vieja práctica en el sistema educativo dominicano consistió en nombrar personas sin formación docente al frente de la Secretaría de Estado de Educación. Así lo hizo Joaquín Balaguer en sus tristemente célebres doce años de gobierno, período en el que los secretarios de educación eran casi siempre abogados (Víctor Gómez Bergés, Leonardo Matos Berrido, Altagracia Bautista de Suarez…) Y de igual forma procedió el presidente Antonio Guzmán, en cuyo gabinete inicial figuraba como secretario de educación, un funcionario de triste recordación para el magisterio dominicano: el Ing. electromecánico, Pedro Porelló Reinoso.
Los maestros deseaban ver a un maestro dirigiendo la educación pública por entender que de esa manera la escuela dominicana podía alcanzar mayor desarrollo. Por esa razón, cuando Ivelisse Prats de Pérez es designada al frente de la cartera educativa (1982), las esperanzas de los profesores se avivan y sus ilusiones se ensanchan. Veterana y competente maestra, Prats de Pérez no sólo había sido la primera Directora del Departamento de Pedagogía de la UASD (1967), sino también la primera Secretaria General de la ADP (1970 - 1972)
Su gestión, sin embargo, fue un verdadero desastre en términos de eficiencia y calidad, posiblemente la más desastrosa en la historia de la educación dominicana, superada sólo, en términos negativos, por la que encabeza actualmente el licenciado Melanio A. Paredes Pinales ( 1951 ), otro educador y ex Secretario General de la ADP.
Resulta extraño que los únicos dos dirigentes nacionales de la ADP que han logrado alcanzar el cargo de secretario de educación, y de quienes por sus competencias pedagógicas y trayectoria sindical, el magisterio nacional esperaba grandes conquistas, figuren hoy encabezando la lista de los peores o más deficientes ministros que les ha correspondido administra la educación dominicana.
A Ivelisse ni siquiera su ¨niña bonita¨ le funcionó: el proyecto de educación de adultos, mejor conocido como Programa Especial de Educación Ciudadana (PEEC). Para entonces yo director de escuela pública y sé por qué digo lo que digo.
En cuanto a Melanio Paredes, todavía lo recuerdo cuando era dirigente adepeísta: reclamaba calidad en el desayuno escolar y el seguro médico de los maestros. Exigía la construcción y arreglo de escuelas y aumento del salario de los profesores. Para tal fin promovía y organizaba marchas, huelgas y piquetes que se traducían en pérdidas constantes de clases. Muy poco le importaba al hoy ministro su famoso 1000x1000.
Tan pronto asume el cargo de ministro de educación, el otrora combativo dirigente sindical o Cristo de los maestros se olvida de las exigencias del pasado y comienza a actuar como lo que es , uno más de los políticos del sistema, matizado por la demagogia y la falsía. Y empieza de inmediato a gestar medidas no prioritarias o risibles desde el punto de vista sociopedagógico : iniciar el año escolar en enero de cada año, eliminar la educación nocturna, que en las escuelas se trabajen mil horas de clases , pero con calidad ( 1000x10000 ), ordenar a las empleadas de la Secretaría de Educación “ mantener el pelo limpio o recogerlo en una cola”, así como prohibirles el ¨uso de zapatos de tacones muy altos, uñas muy pintadas con colores llamativos o con diseños (florecitas, estrellitas, lunares). Y escotes pronunciados¨ Y no podemos dejar de citar su última torpeza: la puesta en vigencia de los famosos textos integrados.
*EL AUTOR ES UN DESTACADO EDUCADOR
POR DOMINGO CABA RAMOS
-PRIMERA PARTE-
SANTIAGO.- Una vieja práctica en el sistema educativo dominicano consistió en nombrar personas sin formación docente al frente de la Secretaría de Estado de Educación. Así lo hizo Joaquín Balaguer en sus tristemente célebres doce años de gobierno, período en el que los secretarios de educación eran casi siempre abogados (Víctor Gómez Bergés, Leonardo Matos Berrido, Altagracia Bautista de Suarez…) Y de igual forma procedió el presidente Antonio Guzmán, en cuyo gabinete inicial figuraba como secretario de educación, un funcionario de triste recordación para el magisterio dominicano: el Ing. electromecánico, Pedro Porelló Reinoso.
Los maestros deseaban ver a un maestro dirigiendo la educación pública por entender que de esa manera la escuela dominicana podía alcanzar mayor desarrollo. Por esa razón, cuando Ivelisse Prats de Pérez es designada al frente de la cartera educativa (1982), las esperanzas de los profesores se avivan y sus ilusiones se ensanchan. Veterana y competente maestra, Prats de Pérez no sólo había sido la primera Directora del Departamento de Pedagogía de la UASD (1967), sino también la primera Secretaria General de la ADP (1970 - 1972)
Su gestión, sin embargo, fue un verdadero desastre en términos de eficiencia y calidad, posiblemente la más desastrosa en la historia de la educación dominicana, superada sólo, en términos negativos, por la que encabeza actualmente el licenciado Melanio A. Paredes Pinales ( 1951 ), otro educador y ex Secretario General de la ADP.
Resulta extraño que los únicos dos dirigentes nacionales de la ADP que han logrado alcanzar el cargo de secretario de educación, y de quienes por sus competencias pedagógicas y trayectoria sindical, el magisterio nacional esperaba grandes conquistas, figuren hoy encabezando la lista de los peores o más deficientes ministros que les ha correspondido administra la educación dominicana.
A Ivelisse ni siquiera su ¨niña bonita¨ le funcionó: el proyecto de educación de adultos, mejor conocido como Programa Especial de Educación Ciudadana (PEEC). Para entonces yo director de escuela pública y sé por qué digo lo que digo.
En cuanto a Melanio Paredes, todavía lo recuerdo cuando era dirigente adepeísta: reclamaba calidad en el desayuno escolar y el seguro médico de los maestros. Exigía la construcción y arreglo de escuelas y aumento del salario de los profesores. Para tal fin promovía y organizaba marchas, huelgas y piquetes que se traducían en pérdidas constantes de clases. Muy poco le importaba al hoy ministro su famoso 1000x1000.
Tan pronto asume el cargo de ministro de educación, el otrora combativo dirigente sindical o Cristo de los maestros se olvida de las exigencias del pasado y comienza a actuar como lo que es , uno más de los políticos del sistema, matizado por la demagogia y la falsía. Y empieza de inmediato a gestar medidas no prioritarias o risibles desde el punto de vista sociopedagógico : iniciar el año escolar en enero de cada año, eliminar la educación nocturna, que en las escuelas se trabajen mil horas de clases , pero con calidad ( 1000x10000 ), ordenar a las empleadas de la Secretaría de Educación “ mantener el pelo limpio o recogerlo en una cola”, así como prohibirles el ¨uso de zapatos de tacones muy altos, uñas muy pintadas con colores llamativos o con diseños (florecitas, estrellitas, lunares). Y escotes pronunciados¨ Y no podemos dejar de citar su última torpeza: la puesta en vigencia de los famosos textos integrados.
*EL AUTOR ES UN DESTACADO EDUCADOR
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