domingo, 20 de marzo de 2011

DESDE MI VENTANA OPTICA : NUNCA ES MAS OSCURO

Almánzar cree que la grave situación que se vive en estos momentos dará espacio a un tiempo mejor.

POR ALEJANDRO ALMANZAR
alexalma0915@gmail.com

NUEVA YORK.- Nunca será más oscuro, que cuando va a amanecer. Al desaparecer las tinieblas, resplandece la luz, anunciando un nuevo día y una mayor esperanza para los habitantes de la tierra.

Los grandes cambios surgidos en la humanidad, han estado cargados de imprecisiones, que provocan desconciertos, pero como dice el pueblo, después de la tormenta, llega la calma.

La lucha de los pueblos nunca ha sido en vano. Puede tardar siglos para recoger los frutos sembrados, pero al fin y al cabo, su futuro será más promisorio cuando la tierra con su sangre hayan abonado.

Con cada gota de sangre derramada, brota el espíritu de la conciencia humana, y con él, el clímax de su desenvolvimiento social. La muerte de ciudadanos que obran para el bien por parte de la delincuencia, necesariamente debe tener su recompensa.

El asesinato de oficiales en el cumplimiento de su deber, tarde o temprano traerá como resultado, el brillar de las estrellas en plena luz del día y el resurgir de la tan anhelada paz social en el pueblo dominicano.

Pero esa sangre derramada por los mismos delincuentes, en los famosos linchamientos e intercambios de disparos, también se convertirá en la luz al final del túnel, anunciando el castigo a culpables y la libertad de los oprimidos.

Esa rebeldía del pueblo, un día tocará el espíritu de quienes están llamados a hacer justicia y no cumplen con su deber. Le permitirá a la policía entender que la violencia engendra eso mismo, y que debe apelar a métodos técnicos-profesionales para enfrentar los delitos.

Ese estado de cosas que hoy nos aterra, producirá el despertar de la conciencia, y la familia comprenderá que los hijos sin orientación, son como un río desbordado, que se lleva por delante todo cuanto encuentra a su paso, y que una nación donde no impera la ley y la justicia, es una selva cualquiera.

Cuando la sociedad termine por convencerse que la corrupción es la causante de nuestros males, dejará de celebrarles chistes a los políticos, y esta seguirá siendo tema de discusión, hasta que ese pueblo un día se levante y empuñe la antorcha de la dignidad.

Esos abominables hechos que nos atormentan, tienen que levantar la conciencia nacional, y hacernos reconocer que quienes se roban los bienes del Estado, son nuestros peores enemigos, sin importar que boronean o no.

La zozobra que vive la familia hoy día con la delincuencia, tiene que arrojar una hermosa luz, que se lleve de encuentro el horror de la tiniebla que representa tantos hechos de sangre, en una población que ama la paz, la concordia y el buen vivir.

Es el mejor indicativo de que no hemos obrado con sano juicio. Que debemos enderezar nuestro rumbo, para llegar a puerto seguro. El llanto, la tristeza y dolor, se convertirán en regocijo, cuando la oscuridad haya cedido el espacio a la claridad, y con pasos firmes, dejemos a tras esos dolorosos días. Amén


El autor es:
Periodísta y reside en Nueva York.
alexalma0915@gmail.com

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