EN DOMINICANA LAS AULAS TAMBIEN DEBEN SER USADAS CONTRA EL FEMINICIDIO

EN DOMINICANA LAS AULAS TAMBIEN DEBEN SER USADAS CONTRA EL FEMINICIDIO

El feminicidio es un tipo de crímen que se incuba en medio de las infidelidades, los celos, el irrespeto,en la inmadurez, el orgullo banal, en la ingratitud, y en el miedo a perder lo que se "quiere".

Las soluciones al gran problema que significa el feminicidio en Dominicana son complejas y hasta difícil de lograrlas, ya que nadie en el momento del hecho puede frenar el accionar de un hombre transformado, envuelto en el dolor de la traición, en la impotencia, en el rechazo del alma que "ama", la rabia, el odio, y hasta la venganza.

POR RAMON MARTINEZ
rmhalcon7@hotmail.com

NUEVA YORK.- Aunque haya una fuerte campaña para frenar, reducir o eliminar el feminicidio en la República Dominicana, este problema estará vigente por muchos años.

Lamentablemente no hay hay señales de que esta epidemia se reduzca tal como lo deseamos los que fomentantamos el respeto a la vida, a la libertad, la comprensión y el amor.

La mayoría de los hombres dominicanos que se han formado hasta ahora no están hecho para perder, mucho menos para resistir una infidelidad, abandono o "burla" de la mujer de sus sueños, a la que "quiere" y a la que la ha "entregado su vida", sus ingresos económicos, en fin su "todo".

Esto ha provocado que en los últimos 5 o seis años más de mil tres cientas mujeres con edades entre 14 y 65 años, han sido asesinadas por sus novios, esposos, amantes, o ex maridos.

Esto puede definirse como una "maldita epidemia" que sólo trae luto y permanentes problemas a la familia de la muerta, del matador y consternación en el lugar donde se registra la tragedia.

Hasta ahora ha sido positivo el movimiento de la sociedad para que se detenga el feminicidio y en ese lucha sus integrantes no deben desmayar. Hay que seguir luchando para que no haya más muerte de mujeres.

Entonces, se imponen nuevos métodos de lucha para evitar crímenes innecesarios; se hace necesario usar las escuelas y aplicar programas de orientación para controlar los femicidios; tener en el mañana hombres menos violentos y una considerable reducción de la infidelidad.

Hay que aplicar un riguroso proceso de orientación a los hombres violetos que no han asesinado; e igualmente trabajar en la mente de los niños y niñas que no saben lo que es una relación de parejas.

En este proyecto también hay que orientar a las adolescentes, a las jóvenes y mujeres que por su inmadurez, irrespecto a la pareja, a sí misma, o la infidelidad que fomenta muchas veces a la vista de todos con el "menos calificado de los amantes" aportan a que el monstruo del crímen despierte en la pareja que públicamente está con ella, cubre en parte de sus necesidades y en numerosas ocasiones la ha defendido.

A los acusados de maltrato físico y sicólogicos, hay que someterlo a un riguroso programa de orientación a fin de evitar que el espíritu violento que lleva
en él no termine en el fomento de innecesarios crímenes.

En las aulas, a los niños y niñas de 8 años en adelante hay que sembrarle las ideas de que los grandes amores terminan; que los que se inicia un dia no necesariamente tiene que ser para toda la vida, que nuesta supervivencia o felicidad no sólo depende de la pareja que tenemos, que importantes corporaciones empresariales que generan mucho dinero o bienestar se dividen y que a pesar de todo al final la vida tiene que seguir

A esas criaturas que van en busca de la sabiduría hay que aplicarle secciones de videos, conferencias, intercambios de experiencias y soluciones a los problemas que provocan la violencia intrafamiliar, los asesinatos y el dolor.

Los videos a difundir deben ser elaborados en base a los efectos que dejan una infedilidad, un crímen, y el rompimiento de una pareja.

Las conferencias o talleres tendrán como misión expandir ideas de que matando una "mujer querida" no hace más macho al hombre, que al contrario lo convierte en el motor de la destrucción de lo mas que se quiere, y de la tristeza de personas que surgieron de la buena relación que ya se perdió.

En fín, la lucha porque cesen los feminicidios hay que llevarla en todos los frentes y en ese gran proyecto debemos aportar todos; de lo contrario cada cierto tiempo seguiremos escuchando o leyendo que un hombre mató a su ex pareja y luego se suicidó.