DESDE MI VENTANA OPTICA :: ORLANDO, NARCISAZO Y FIGUEROA
"Es a ella (Sobeida) que utilizan, para denostar a Miguel Vargas Maldonado, presidente del PRD, lo que a simple vista refleja, es parte de la lucha interna que se libra dentro del partido blanco, con lo que buscan, no sólo descalificarle políticamente, si no, manchar una vida de trabajo tesonero, que lo convirtió en empresario prospero" relata el autor.
POR ALEJANDRO ALMANZAR
NUEVA YORK.- Aunque guardando la distancia de acontecimientos y personajes, la muerte violenta del periodista, Orlando Martínez, a mano del sicariato oficial, que en los años 70s, dirigían Chinino, Pou Castro y otros, sirvió como herramienta, para que oficiales cayeran en desgracias, perdiendo posiciones y rangos, sin estar involucrados en el crimen.
El caso más peculiar, fue el del abogado y comunicador, Narciso González, que provocó la destitución del primer secretario de las Fuerzas Armadas, del gobierno de Leonel Fernández, 1996-2000, Bautista Rojas Tabar, sólo porque una figura pública relacionó su nombre con el hecho.
Actualmente, el delincuente, José David Figueroa Agosto, después de liderar el más sangriento Cartel de drogas en el país, bajo identidades falsas, al caer en poder de las autoridades estadounidenses, es utilizado para frustrar la carrera de militares, policías y políticos, que tampoco tuvieron nada que ver con sus acciones.
La voz cantante la lleva, la reclusa, Sobeida Feliz Morel, a quien le están dando una categoría mayor a la que pudo tener en dicha estructura criminal, pues los capos, no les sueltan prendas a amantes, y la que se entera de sus andanzas, no vive para contarlas.
Es a ella que utilizan, para denostar a Miguel Vargas Maldonado, presidente del PRD, lo que a simple vista refleja, es parte de la lucha interna que se libra dentro del partido blanco, con lo que buscan, no sólo descalificarle políticamente, si no, manchar una vida de trabajo tesonero, que lo convirtió en empresario prospero.
Lástima, que la pugna dentro de un partido, llegue tan lejos, capaz de usar a cualquier sujeto para echar por la borda reputaciones de antiguos compañeros y amigos. A Miguel no lo conozco, mas allá del quehacer periodístico, pero la referencia que tengo es, su capacidad de trabajo desde muy joven.
Posiblemente, sus enemigos estén apelando a la tesis “mientes, mientes, que algo queda”, olvidando, que los mencionados por Sobeida, tienen suficientes recursos para justificar su contacto con un sujeto, que portaba identidades suplantadas, y que si invirtió su capital en la política, fue bajo esos nombres y apellidos falsos.
Por lo que este, no puede seguir siendo el dardo envenenado para manchar reputaciones de militares, políticos, iglesias, ONGs que recibieron su dinero, ya que, ellos no tienen mecanismos para determinar su procedencia, y menos, su identidad real.
También, que personalidades del país, se relacionaron con él, porque se hacía acompañar de diplomáticos y personalidades al más alto nivel, y nadie podía sospechar que se trataba de alguien, que se “fugó” de una cárcel de máxima seguridad, de su país, donde cumplía condena de 209 años por asesinato.
Si fuera yo, asesor en materia de comunicación del presidente del PRD, le recomendaría responder esa insidia con el silencio, y en su debido momento, explicar a la sociedad, de dónde proviene la infamia, para poner en tela de juicio su prestigio.
EL AUTOR ES PERIODISTA.
RESIDE EN NUEVA YORK.
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