viernes, 15 de febrero de 2013

DESDE MI VENTANA OPTICA :: LA VERDAD DEL SER


"Alcanzaremos la libertad plena, cuando sepamos, que somos un Ser divino, dentro de esta forma humana. La energía inagotable de la “Divinidad”, que no se crea ni se destruye, que ha existido, existe y siempre existirá, cambiando de formas constantemente, “Evolucionamos”.sostiene el autor.
POR ALEJANDRO ALMANZAR
NUEVA YORK.-  Imbuidos por la cotidianidad, sumergidos y distraídos en las reglas estatuidas por científicos, filósofos y teólogos, encarnamos y desencarnamos, ajenos a la realidad de nuestra existencia.
Así vamos de una vida a otra, a pesar de haber contado con hombres fuera de serie, que con sus enseñanzas produjeron grandes cambios para la humanidad, pero desvirtuadas y ocultadas por esos intereses.
Citemos a Jesús, mitificado por sectores que los usan para fines egocéntricos, renegando los conocimientos que este quiso expandir, como la buena nueva por toda la tierra, para liberarnos de esas falsas creencias limitadoras.
Por eso, es importante dejar de lado al quehacer político, económico y social, para adentrarnos un poquito en lo espiritual, con el fin de arrojar luz sobre tanta tiniebla, en un mundo agobiado por las tribulaciones.
Conoceréis la Verdad y ella os hará libres, una de los más grandes preceptos dejado por el “Cristo”, pero esa verdad ha sido secuestrada por las componendas que hoy nos impiden entender, no somos un “CUERPO con ESPIRITU”, si no, lo inverso.
“No Matarás”, cuando conozcamos el significado real de este mandamiento, conoceremos, cuán grande es el poder de Dios dentro de nosotros, no el Dios creado, inventado con fines malsanos, el Dios Luz, Amor, Paz, Bien y Armonía.
Sabremos entonces, que este tiene el mismo significado de “jamás cruzarás el Océano Pacifico nadando”, por más que lo intentes, pues con la estocada mortal o el disparo certero, lo único que logras es eliminar el cuerpo, no la Existencia Divina.
Cada uno de nosotros no es Dios en lo absoluto, pero nadie puede negar que seamos un átomo de ese Dios, igual que el agua extraída del Océano, no es éste en toda su parte, pero es innegable que posee los mismos elementos del Océano.
Alcanzaremos la libertad plena, cuando sepamos, que somos un Ser divino, dentro de esta forma humana. La energía inagotable de la “Divinidad”, que no se crea ni se destruye, que ha existido, existe y siempre existirá, cambiando de formas constantemente, “Evolucionamos”.
Dejemos de lado a ese Dios castigador, que se enoja con unos, mientras se ensalza con otros, y seremos mejores humanos. No demos cabida a la idea de que al morir, dejamos de existir, Dios es esa energía dentro de nosotros, incapaz de someternos a ningún castigo eterno, por grandes sean nuestros “pecados”.
Cambiemos el concepto errado que de él nos han inculcado, para acabar con las desigualdades, la pobreza y servidumbre, estos son falsos dioses a quienes les damos todo el poder. Veamos nuestro cuerpo, como el traje que viste al Ser que somos.
Este es perfecto, no se enferma, nunca muere, no peca, no lucha, no teme, no sufre, no envejece, es amor, inteligencia, sabiduría, prosperidad, esta es la Verdad del Ser, y a eso debemos apegarnos, si aspiramos alcanzar la semejanza con nuestro Dios.
EL AUTOR ES PERIODISTA
RESIDE EN NUEVA YORK.

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