DESDE MI VENTANA OPTICA :: DELINCUENCIA Y SOCIEDAD

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"Los padres saben, que muchos hijos no estudian, no trabajan, ni aprenden un oficio técnico, pero nadie investiga de dónde sacan dinero para adquirir prendas caras. Que el delincuente no roba en su barrio, pero ubica posibles víctimas para tocar del botín"sostiene Almánzar.

POR ALEJANDOR ALMANZAR

NUEVA YORK.- La delincuencia está compuesta por muchachos nacidos, criados y formados en una sociedad llena de desigualdades, pero a la vez, de padres irresponsables, que los trajeron al mundo sin dotarlos de valores éticos y morales.

Esos mismos que justifican la delincuencia, alegando falta de oportunidades de personas que nunca hicieron nada para proporcionarse un mejor “destino”. Por eso, no importa Barrios Seguros, Plan de Seguridad, Vivir Tranquilos, ni nada.

Sin el concurso de iglesias, Juntas de Vecinos, clubes culturales, deportivos, asociaciones empresariales, profesionales, amas de casas, eso es y será pérdida de tiempo, y el gobierno deberá asignar un guardia o un policía a cada ciudadano.

Temor inducido y complicidad: A los vecinos debe preocuparles, que jóvenes de su entorno vivan sin trabajar, o que extraños pasen días en esquinas parados. Creer que el combate a la delincuencia es exclusividad de la Policía, mientras el vecindario encubre y protege a delincuentes, es absurdo.

Los padres saben, que muchos hijos no estudian, no trabajan, ni aprenden un oficio técnico, pero nadie investiga de dónde sacan dinero para adquirir prendas caras. Que el delincuente no roba en su barrio, pero ubica posibles víctimas para tocar del botín.

Ven colocar puntos de drogas al lado de sus casas, y en lugar de denunciarlos, protegen al narcotraficante, “es tan culpable quien comete el delito, como el que lo ve y calla”. Si la DNCD por lo menos, ha neutralizado el crimen organizado y al narcotráfico, ¿Por qué se le hace difícil a la Policía controlar la delincuencia? Porque la ciudadanía es indiferente a las acciones de los delincuentes.

La pasada semana, estos grupos eligieron a figuras públicas como blanco preferido, incluyendo dos, en sectores exclusivos de la ciudad capital, la comunicadora, Socorro Castellanos, y a la esposa del humorista, Cuquín Victoria.

Siguieron con Nicolás Díaz, (Margaro) un símbolo del humor dominicano, a quien no hay un dominicano de cualquier generación que no le conozca, igual que al merenguero, Sergio Vargas. Socorro, saliendo de la iglesia, en el Naco, donde vive, fue asaltada y golpeada a plena luz del día.

La esposa de Cuquín, también llegando a su residencia. Margaro escapó a la muerte milagrosamente, cuando dos criminales lo emboscaron llegando a su domicilio del sector Villa María, Distrito nacional, infringiéndoles cinco puñaladas.

El hijo del colega Nelson Encarnación, un nieto del general, Imbert Barreras y otros jóvenes estudiantes, igualmente fueron azotados por los delincuentes; y una diputada denunció, que los ladrones la mantienen en zozobra.

O sea, es un infierno, lo que vive la sociedad dominicana con la delincuencia. Venimos diciendo, que la democracia tiene que ser revisada, este sistema está llamado a garantizar los derechos ciudadanos.

 Atención Justicia, la Policía revela en cada informe, que los detenidos han sido sometidos en múltiples ocasiones, hasta por “homicidios”. Entonces, cualquiera prefiere vivir en dictadura, bajo un Toque de Queda impuesto por la autoridad, y no por la delincuencia y la criminalidad.

EL AUTOR ES PERIODISTA.

RESIDE EN NUEVA YORK.