miércoles, 28 de agosto de 2013

DESDE MI VENTANA OPTICA :: MENORES EMBARADAZAS

"Algo que empieza como un juego, termina en un embarazo que las convierte en madres imberbes" dice Almanzar.
POR ALEJANDRO ALMANZAR
NEW YORK.- Desde que asumimos el cristianismo como modelo espiritual, la humanidad adquirió nuevas formas de ver el mundo, estableció patrones y normas de vida acorde con el sufrimiento de Jesús durante la crucifixión, un despertar de la conciencia, que cambió el accionar humano.
Incautos sostienen que murió por nosotros, otros creen, vino a enseñarnos  cómo amar al prójimo. Algo similar a su suplicio viven familias dominicanas con el embarazo de menores, el desborde de la delincuencia y criminalidad.
Las violaciones a niñas no es nuevo, la historia cuenta que Agustín de Hipona, tenía cinco mujeres como esposas, y a una niña de diez años por novia. Como es bien sabido, el mundo ha pasado por diferentes etapas, en las que no ha faltado el oscurantismo.
Por ejemplo, la Edad Media, se conoce como la época perdida de la humanidad, porque iglesia e intelectuales, quemaron todo material que para sus fines religiosos no resultaran convenientes.
Por eso, al mundo se le hace difícil comprender ciertas verdades que le permitan conocer la realidad del Ser, quedando en la superficie, estudiando al hombre sólo por el color del Traje con que llega al mundo.
Aún cuando tengamos la edad terrenal de Matusalén, ¿Qué tan viejos somos espiritualmente? La respuesta a esta interrogante quedó sepultada por esa época ya mencionada, lo único que explicaría que hoy niñas de diez años estén embarazadas.
Pero como la cigüeña no se equivoca, y nada ocurre por “casualidad”, a lo mejor estas pequeñas tengan muchas vidas recorridas, lo que les permitirá asimilar mejor que a los “adultos” el proceso que les está tocando vivir.
Y apartándonos un poco de lo metafísico-cristiano, debemos concluir en que nuestros hogares deben revisarse. Esas violaciones tienen la gravedad, de que muchos de esos embarazos son producto del hacinamiento familiar.
Que los padres no tienen espacios para separar a hembras de varones, viéndose obligados a acostar juntos a niñas, adolescentes y adultos en la misma cama. De ahí se desprenden contactos sexuales, cometidos por hermanos, padres y allegados.
Algo que empieza como un juego, termina en un embarazo que las convierte en madres imberbes. Otros factores se conjugan para que eso suceda, dejadez de los gobiernos,  un turismo chatarra, que sólo nos deja enfermedades y prostitución Medios de comunicación difundiendo mensajes insanos 24 horas al día, padres irresponsables, que no pueden ni siquiera salvaguardar a los inocentes. Hace poco, tres niños murieron asfixiados, en Cambita Garabito, dentro de un vehículo abandonado, porque los adultos no se percataron de su ausencia a tiempo.
El Estado debe crear el Ministerio de la Familia, que dé seguimiento a las acciones de los padres con relación a sus hijos. Encargarse de perseguir a quienes como animales los traen al mundo, y después no saben cómo, ni de qué viven.
Los embarazos de menores ameritan el estudio de tratadistas de la conducta humana, para no llegar a la Paranoia colectiva.
EL AUTOR ES PERIODISTA
RESIDE EN NEW YORK.

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