lunes, 30 de septiembre de 2013

DESDE MI VENTANA OPTICA :: EL COLAPSO CONSTITUCIONAL

"El tiempo ha pasado, pero las cicatrices siguen vivas, la democracia ha generado tantas desigualdades como la dictadura misma. Los recursos siguen concentrados en pocas manos, y discípulos de Bosch han trillado el mismo camino de los corruptos que lo depusieron aquel 25 de Septiembre"  lamenta Almánzar. 

POR ALEJANDRO ALMANZAR
NEW YORK.- Después de 50 años, sólo queda analizar y discursear sobre las causas, razones y consecuencias que produjeron el Golpe de Estado, de 1963, que puso fin al primer ensayo democrático, después de 31 años de dictadura.
Hasta quienes formaron parte de esa conjura, salen al ruedo exponencial, elucubrando sobre el por qué, pero pocos tocan el fondo del asunto para que las presentes generaciones conozcan el accionar de políticos, militares, religiosos y empresarios.
Juan Bosch lo expresó así, "el país tenía un aparato militar que no estaba acostumbrado, ni quería acostumbrarse a la Democracia". La Guerra Fría en su apogeo, enfrentando a Norteamérica y la Unión de República Socialista Soviética. 
La actividad política estaba moldeada, más que por el presidencialismo, por el militarismo. Trujillo instauró el sistema de partido único, y eso dificultó a la dirigencia cohesionarse y asumir posiciones frente al proceso salido del 30 de Mayo, de 1961, o sea, muchos adversaban al dictador, pero nadie se preparó para relevarlo.
Múltiples acontecimientos les precedieron, por ejemplo, aún reciente la Revolución Cubana, y USA haría lo que fuera, para impedir el surgimiento de otra Cuba en el área. El PRD, que sustentó al presidente derrocado, era, es y será una anarquía.
De ahí, que sabiendo de los planes golpistas, nada hizo para evitarlo, ni siquiera lo denunció. La Izquierda se la jugó y calculó mal, pues tampoco asimiló la Constitución de 1963, y prefirieron asociarse con los conspiradores; los días subsiguientes se encargaron de hacerlos pagar un alto precio por eso.
El empresariado vio en la muerte de Trujillo, la fórmula de alzarse con el botín acumulado durante 31 años, y se encontraron con un presidente negado a complacerlos, porque entendía que esos bienes fueron robados al pueblo, y debían volver a él.
Todos estos fenómenos se conjugaron para producirse el colapso constitucional, de 1963, en el que coincidieron Prensa, Iglesia, y militares, aferrados a la dictadura y la corrupción, por lo que ninguna fuerza política detendría su intentona, así lo admitió luego, Juan Bosch.
Las consecuencias fueron inmediatas y diversas: Las Manaclas, la Revuelta de Abril, y la dictadura de Balaguer y quienes se repartieron la fortuna del Jefe durante esos 12 sangrientos años. El único líder de la izquierda que cumplió su palabra fue Manolo, "si el presidente democrático es finalmente derrocado, yo sé donde están las escarpadas montañas de mi país".
Esa determinación lo llevó a tomar Las Manaclas, y debió conformarse con ofrendar su vida, por la causa que consideró justa, porque ni sus compañeros de luchas les siguieron, y hay quienes dicen, que como Judas a Cristo, los entregaron al martirio.
El tiempo ha pasado, pero las cicatrices siguen vivas, la democracia ha generado tantas desigualdades como la dictadura misma. Los recursos siguen concentrados en pocas manos, y discípulos de Bosch han trillado el mismo camino de los corruptos que lo depusieron aquel 25 de Septiembre.

EL AUTOR ES PERIODISTA
RESIDE EN NEW YORK

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