DESDE MI VENTANA OPTICA ::: MOVIDOS POR LASTIMA
"Hemos llegado muy lejos, abriéndoles las puertas del Palacio Nacional y el Congreso a autoridades de un Estado inexistente. El presidente Medina ofendió al país, disculpándose frente a invasores, y gente que no agradece el buen trato que reciben" deplora el autor..
POR ALEJANDRO ALMANZAR
NEW YORK.- Con ese jueguito, los haitianos nos tienen invadidos, y aprovechan esa condición para denunciarnos en el extranjero, como los genocidas del Caribe. Es el pago, a la Nación solidaria con ellos.
No perdonan que nuestro país haya iniciado el camino del desarrollo, mientras ellos se hunden en el atraso. Tampoco aceptan que no hayamos convertido a esta parte de la Isla en el desierto en que ellos sumieron a Haití.
Les desconcierta saber, que Duarte tuvo la visión de un Estado respetable y admirado por el mundo. De ahí esta campaña feroz, basada en la difamación, la injuria, la mentira, la saña y el egoísmo.
En tan miserables propósitos, les acompañan malos dominicanos, que por sus beneficios personales, poco les importa despotricar a su madre, pues la Patria es eso, nuestra madre, la que debemos defender, cuidar y hacer respetar.
Hijos de Santana y Felipe Alfau, dedicados a difundir falsedades sobre la Sentencia 168/13, diciendo que desnacionaliza a ciudadanos, que despoja de nacionalidad a nativos, que deja en el limbo a hijos de haitianos, entre otras infamias.
Su perversidad no le da espacio para descubrir que esta saca de la condición de ilegales a esos extranjeros. Que les proporciona la vía de nacionalizarse a quienes nacieron y vivieron irregularmente aquí por décadas.
Como dijera el cardenal, “los haitianos nos tienen de relajo”, y seguimos confiando en ellos, atribuyéndoles una honorabilidad que no tienen. El Estado dominicano le da una importancia a Haití que nunca ha tenido, manteniendo Embajada allí.
A lo sumo, debemos tener un agregado comercial, si quieren, pues ya sabemos que esto no es un país, si no, un conglomerado que no honra compromisos de Estado, entonces, no tiene sentido darle esta categoría.
Hemos llegado muy lejos, abriéndoles las puertas del Palacio Nacional y el Congreso a autoridades de un Estado inexistente. El presidente Medina ofendió al país, disculpándose frente a invasores, y gente que no agradece el buen trato que reciben.
Como si dijera, somos responsables de su desgracia. Culpables son sus gobernantes que se llenaron los bolsillos esclavizándolos. Démosle la espalda a Haití, dejémoslos con su pobreza espiritual. Son y serán un obstáculo a nuestras aspiraciones de desarrollo.
“El crecimiento económico dominicano no se refleja en los pobres, por esa inmigración desordenada” palabras textuales del Banco Mundial. Rompamos ahora que estamos a tiempo, que sigan ellos recibiendo dadivas de los verdugos que los esclavizaron ayer, y hoy los alientan con migajas.
No aceptemos que el gobierno por lástima, los premie por violar nuestras leyes. Exijámosle al gobierno haitiano pagar los servicios de educación y salud que reciben sus nacionales en el país.
Rechacemos la presencia de la funesta CIDH, contémosle hasta tres, para que se vayan, si no hacen, expulsémoslos. El CARICOM para el carajo, no han cerrado ninguna puerta, pues tienen más de veinte años conociendo dicha solicitud, y no la aprueban, porque no pueden competir con nosotros.
EL AUTOR ES PERIODISTA.
RESIDE EN NEW YORK.


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