DESDE MI VENTANA OPTICA :: SENTENCIADOS A PRIORI
La ONU, creada para cuidar de la soberanía de los Estados, sólo ha servido para justificar invasiones groseras, y pérdida de soberanías de las naciones. Al coro celestial, se unieron jueces de la nueva “Santa” Inquisición, reunidos en la Conferencia Episcopal de las Antillas, sostiene al articulista.
POR ALEJANDRO ALMANZAR
NEW YORK.- Tal como lo vaticinó Jesús, los jueces de la Corte Celestial, llegaron al país de Duarte, y antes que el gallo cantara tres veces, condenó al justo. Todos, menos el presidente y funcionarios de su entorno, comprometidos con esos inicuos intereses, sabíamos que traían su condena debajo del brazo.
Los enemigos de la patria están de pláceme, y motivos tienen para celebrar, sólo, que se encontrarán con la dura realidad, de que el patricio y los Trinitarios siguen atentos de sus movimientos. Que el gemido de su Patria mal herida, los obligará a responder por su honor ofendido.
Su respuesta será tardía, pero segura, trinitarios, hateros, febrerístas y restauradores convergerán en el punto de encuentro, para resarcir semejante atrevimiento. Aunque se trata de serviles de Instituciones inoperantes y desacreditadas, su heroísmo se hará sentir con fuerza.
La OEA, que entre sus propósitos está promover Derechos Humanos, y apoyar el desarrollo social y económico de los pueblos, se pone del lado de quienes conspiran contra el bienestar de la República Dominicana.
En su excesivo “amor” por los haitianos, le piden al gobierno dominicano desconocer la Sentencia del Tribunal Constitucional, calificándola atrevidamente, de discriminatoria. Cual Poncio Pilato, lanzan rayos y centellas contra el Estado Dominicano, descalificándolo para tomar sus propias determinaciones.
Jesús es acción, no palabras desde un púlpito, su amor por los pobres lo llevó a la crucifixión. En su nombre, deberían conminar al CARICOM a auxiliarlos al llegar a sus territorios huyendo de la miseria.
Exigirles a estos países, que no los obliguen a regresar al Infierno del que huyen. Los dominicanos fuimos los primeros en pedir al gobierno resolver el problema de personas afectadas por esta Sentencia.
Ellos tienen temas de mayor importancia para preocuparse, como los niños dominicanos, haitianos y de otros países abusados por curas pedófilos. En nombre del Cristo, deberían reprender a Francia, Holanda, Canadá, Inglaterra y España por sus abusos contra los haitianos.
Invocando a Jesucristo, no pueden pretender lanzarle el problema haitiano a quienes no somos culpables de su desgracia histórica. Seguir sus pasos es yendo a lavar las heridas provocadas por la esclavitud a que los someten estas naciones, quienes todavía los obligan a trabajar para pagar por su “independencia”.
Nuestras leyes jamás serán profanadas para complacer intereses particulares, sin importar la opinión que puedan tener los inquisidores modernos. Agradezcan a Danilo Medina, que les dio la oportunidad de cebarse contra un Estado noble y solidario.
El Cristo de nuestra libertad nos lo anticipó, malos dominicanos siempre tendremos con nosotros, son ellos el mayor peligro que nos asecha, se unirán a lo peor, y nos convertirán en víctimas de sus maquinaciones.
EL AUTOR ES PERIODISTA
RESIDE EN NEW YORK.


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