lunes, 5 de mayo de 2014

DESDE MI VENTANA OPTICA ::::: OFENSAS Y DESCALIFICACIONES

"El Reinado de Vincho Castillo, Droga y Política en República Dominicana, fue presentado por alguien que no encontró más argumentos que la descalificación, utilizando epítetos propio de lo chabacano barrial, que no es lo que uno espera de un “intelectual”. dice Almánzar.

POR ALEJANDRO ALMANZAR 

NEW YORK.-  No ofende quien puede, si no, quien quiere, tampoco, quien tiene la razón, sólo quienes intentan imponerse a esta última. Los que desconocen que “el respeto al derecho ajeno, es la paz”, quienes se engrandecen empequeñeciendo a otros.

José Ingenieros los sindica “como quienes buscan su triunfo sobre la derrota ajena”, (omitido el título del libro, evitando ofender). El pasado 25 de Abril, asistí a la “puesta en circulación” de un libro, del periodista, Fausto Rosario Adames, en Washington Heights, NY, promovido por personalidades y el CDP-NY.

Estuve en calidad de miembro de la directica del Colegio que agrupa a los comunicadores aquí, pero me resultó incomodo, porque de lo que se trataba aquello era de un activismo político, que choca con mi formación profesional, y el compromiso social contraído con nuestro país.

El Reinado de Vincho Castillo, Droga y Política en República Dominicana, fue presentado por alguien que no encontró más argumentos que la descalificación, utilizando epítetos propio de lo chabacano barrial, que no es lo que uno espera de un “intelectual”.

En su afán, convirtió en victima a quien acusaba de victimario, pero los fines justifican los medios, diría el Príncipe, y sin duda, lo consiguieron, el Salón estuvo a casa llena. El escenario fue montado para gente que sólo aprendió a odiar y difamar a quien le ha afectado intereses.

La celada internacional contra el país se hizo presente, habló del “genocidio civil” por “culpa” de Vincho, de quitarles a los haitianos lo que nunca han tenido. Poco faltó para que le acusara de proteger a Figueroa Agosto.

Yo, que nunca había tenido al ofendido como Santo de mi altar, salí convencido de que sus detractores son peores. Quizás porque aprendí que el periodista estará del lado del agredido. Comprendí que su encono hacia él guarda relación con los votos indignos arrancados por la Sentencia 168/13, al grupo que representan.

El más juicioso fue el autor del libro, pero insistió en descalificarlo por ocupar diferentes cargos en gobiernos del PLD, incluyendo el nombramiento de su hijo, Pelegrín, ¿Envidia? Debí dar dos boches, una señora me increpó, porque no aplaudía, y le dije que no soy, no he sido, ni seré marioneta de políticos sinvergüenzas.

El otro fue un dominico-haitiano acusándome de ser del grupo de Vincho. A partir de ahora dirán que estuve allí en representación de la FNP, pero ante Duarte, me honraría más que representarles a ellos, que indignamente llevan el gentilicio de dominicanos.

Aunque el CDP-NY apoye a cualquier colega, miembro o no, para una actividad, no significa que sea solidario con descalificaciones como las vertidas contra el doctor Castillo. Las veces que he estado cerca de él han sido como reportero en busca de noticias, a lo mejor ni me conozca el doctor Castillo.


No me inscribo dentro de los periodistas que por tener a un político como fuente, lo llaman su amigo, que tampoco es mi caso. Respeto su lucha contra el narcotráfico, el crimen organizado, y defensa a la dominicanidad, por eso condeno tantas ofensas y descalificaciones en su contra, de gente que lo odia a muerte por su firme posición.

EL AUTOR ES PERIODISTA.
RESIDE EN NEW YORK.

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