martes, 29 de julio de 2014

DESDE MI VENTANA OPTICA :::: ENVIADOS DE LA CONSPIRACION

"Hasta los chinos de Bonao, saben que el vicepresidente Biden, Ban Ki-moon y el funcionario europeo llevaron un mensaje directo, para no dejarnos la menor duda de los planes injerencistas de estas potencias" dice Almánzar.


POR ALEJANDRO ALMANZAR

NEW YORK, EE. UU.- El presidente, Medina, recibe la más burda presión conspirativa internacional, vientos huracanados que buscan arrancar de cuajo, la soberanía que Duarte nos encomendó cuidar con celo y determinación, impreso en el Himno Nacional.

Pero mientras eso sucede, la clase política anda quitada de bulla, quizás pensando que La Casa Blanca envió al vice, a hablarnos  de la proeza de nuestros peloteros en Grandes Ligas. Pero a pocos días de visitarnos el número 2, de Washington, enviaron al jefe de un mamotreto, llamado ONU, a recriminarnos.

Espero, vaya con semejante imprudencia al Capitolio, a obligar a Obama detener la deportación de niños invasores, de Centro y Suramérica. Como si con estos dos funcionarios no hubiese sido suficiente, también movilizaron al embajador de la Unión Europea, señor, Herman Van Rompuy.

Una artillería pesada, que pone a temblar a cualquier presidente, en El Caribe. Este dijo reconocer nuestra soberanía, pero cumplió con su encomienda fusionista, pidiéndonos ser humanos con los vecinos, como si ellos alguna vez han sido tan solidarios como nosotros, aún siendo los culpables de sus desgracias.

En dicho encuentro trilateral, nuestro presidente mostró ingenuidad, al pedirle a su par haitiano, le mirara a los ojos, lo que nunca éste hizo, pero es que quien traiciona con tanta vileza, es incapaz de mirarle a la cara.

Hasta los chinos de Bonao, saben que el vicepresidente Biden, Ban Ki-moon y el funcionario europeo llevaron un mensaje directo, para no dejarnos la menor duda de los planes injerencistas de estas potencias.

El segundo, con complejo de juez universal, fue indelicado con un país libre, independiente y soberano, forjado sobre el respeto al derecho y determinación de los pueblos, que jamás aceptará intromisión en sus asuntos internos.

Cuando debería preocuparse de los problemas que estas naciones están creando en Ucrania y el Medio Oriente, y dejarnos en paz, porque las dificultades haitianas nunca les han quitado el sueño, ni después del desbastador terremoto.

Pero creemos que el presidente, Medina, cortésmente, puso en su lugar a los enviados de la conspiración, diciéndoles, “no pierdan su tiempo”, tenemos una Constitución que traza las pautas de lo que hay que hacer en cada caso.


Confiamos, continúe abrazado al Artículo (III) de la Constitución, y al discurso de la Habana, Cuba, recordándole a Obama, a Ban Ki-moon y al jefe de la Unión Europea, que las decisiones del Estado dominicano son soberanas.

Algunos entienden que la presencia de estos funcionarios guarda relación con un plan que busca reeditar la Guerra Fría, celo despertado después de la visita del presidente ruso, Vladimir Putin, y el discípulo de Mao Tse tung, Xi Jimping, a Latinoamérica.

El país demanda hospitales para los haitianos, pero en la patria de Toussaint, a la ONU, que demuestre su lado humano con ellos, quitándonos ese peso. No cederemos a enviados de la conspiración, y cualquier atentado a la soberanía, será respondido con el Juramento Trinitario, y el grito de Capotillo.


EL AUTOR ES PERIODISTA
RESIDE EN NEW YORK

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