miércoles, 12 de noviembre de 2014

DESDE MI VENTANA OPTICA :::::: UNA CLARA ADVERTENCIA

"Lo cierto es, que el crimen organizado sigue infiltrado en instituciones claves, y el dinero que mueve, continúa comprando a miserables de espíritu, que se llenan los bolsillos a merced de la perturbación social" dice Almánzar.


POR ALEJANDRO ALMANZAR

NEW YORK, EE. UU.- Lo sucedido en la Cárcel Najayo-Hombres, La Victoria, y el Metro, son una clara advertencia de que gente con poder, ligado al crimen organizado y al narcotráfico, están dispuestos a imponérseles a la sociedad.

Algunos creen, lo ocurrido en Najayo, busca la cabeza de Domínguez Brito, por su lucha contra esos sectores, y la corrupción. Yo, en cambio, pienso, es un desafío al sistema judicial, para que  jueces aprendan a castigar criminales.

Esto delata, la complicidad entre autoridades y delincuentes, pues sólo eso explica que reclusos puedan tener acceso a armas blancas o de fuego, con las que desaten el infierno que pudo generarse en estos recintos penitenciarios.

No fue casualidad, que en La Victoria se produjera un hecho similar, donde perdió la vida un recluso, a balazos, a mano de otro compañero de celda, de lo que nadie ha dado explicación convincente a la nación.

Tampoco por los actos terroristas contra el sistema eléctrico hay nadie enjuiciado, como si el país no contara con “Seguridad del Estado”, algo inaceptable, en un paisito de cuatro familias, donde todos nos conocemos.

El último y el más preocupante, es el cometido por un individuo en el Metro de Santo Domingo, que de no tratarse de un esquizofrénico en crisis, las autoridades deben emplearse a fondo para determinar quiénes están detrás.

En República Dominicana no podemos descartar nada, pues así como somos el producto de bucaneros y filibusteros, tampoco sorprende que sectores interesados en desviar la atención de sus actos indecorosos, financien esos hechos.

Puede que no se esté diciendo toda la verdad sobre lo sucedido, y no por que se intente ocultar nada, si no, porque al parecer, las autoridades han sido sorprendidas asando batatas, por carecer de un servicio de inteligencias.

Que simultáneamente se produjeran dos acontecimientos sangrientos, en igual número de Cárceles, dejando siete muertos, es una clara advertencia de que autoridades y criminales beben en la misma copa.

¿Quiénes llevaron las armas a esos recintos? ¿Cómo burlaron la seguridad? Se dice que en Najayo introdujeron cuatro armas de fuego, incluyendo pistolas, que fueron a parar a manos de delincuentes que luego cayeron abatidos.

Lo cierto es, que el crimen organizado sigue infiltrado en instituciones claves, y el dinero que mueve, continúa comprando a miserables de espíritu, que se llenan los bolsillos a merced de la perturbación social.

Según, estos delincuentes fueron a liberar a sus cómplices, pero ¿Quiénes eran sus contactos dentro del Penal? Por primera vez aquí se da un incidente de esta naturaleza, y sería imposible sin una alianza entre autoridades y criminales.

Nuestros policías deben ser entrenados para lidiar con crímenes a estos niveles, ante la globalización mundial, pues ya no se trata de conflictos de orden público, como estaban acostumbrados hasta hace poco.

Conocemos de fugas espectaculares, en cárceles de máxima seguridad en Los Estados Unidos, pero la espectacularidad con que se ejecutó el plan Najayo, deja mal parada la institucionalidad.

EL AUTOR ES PERIODISTA
RESIDE EN NEW YORK.

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