DESDE MI VENTANA OPTICA :: RETOS DEL NUEVO GOBIERNO
"No hay que ser estudioso de las ciencias sociales, para saber y entender que el desarrollo económico no ha impactado positivamente en los grandes segmentos poblacionales, cuya desigualdad se observa a lo lejos" entiende Almánzar.Por Alejandro Almánzar
NUEVA YORK.- Y aún, nos falta mucho por hacer ¡zafa!, no estoy parafraseando al ex presidente Mejía con esta exclamación. Sabemos que décadas de males acumulados, sería imposible solucionarlos de un plumazo, pero se impone la implementación de medidas que por lo menos, detengan su ritmo empobrecedor.
Hemos alcanzado desarrollo vial y estructural en los últimos tiempos. En lo comercial, pasamos de Colmados a Mini y Supermercados, de neveras con gas a refrigeradores eléctricos, del fogón al anafe con carbón, y de éste, a la estufa con gas licuado.
De pequeñas tiendas, a Megas y Multicentros, de aeropuertos domésticos, a grandes terminales aéreas. De caminos vecinales a carreteras, autopistas, avenidas y autovías al estilo países ricos, pero el nuevo gobierno tiene el reto de poner fin al drama del sistema eléctrico, a la corrupción estatal y a la inseguridad.
Son los renglones en que debería enfocarse quien salga electo presidente el próximo 20 de Mayo, para sacar al país de la condición tercermundista en que estos factores nos han sumido por tanto tiempo, a pesar de disponer de suficientes recursos para que a ningún hijo de Duarte le falte salud, educación y comida.
Es imperativo cerrar aún más la brecha entre pobres y ricos, para contrarrestar la violencia, delincuencia, narcotráfico y el crimen organizado, pues estos elementos encuentran sustentación en toda sociedad, donde falta educación y atención oficial.
Terminar con la cultura de las armas en poder de los civiles, debe ser la iniciativa de toda gestión gubernamental que piense en la paz y tranquilidad de la familia, así como sacar de las calles a los antisociales renuentes a reintegrarse a la sociedad.
Como parece imposible eliminar las denominadas botellas, el nuevo gobierno podría utilizar el servicio de esas personas que cobran sin trabajar, asignándoles funciones de orientar a jóvenes en conflictos con la ley y la comunidad, para evitar sean reclutados por gangas, el narcotráfico y sucumban ante el consumo de drogas.
Que estos representantes del Estado, les hagan entender no están solos en medio de sus dificultades, porque ellos servirán de enlaces entre las instituciones oficiales, para hacer realidad sus justas demandas, para volver a tener sosiego en el país.
No hay que ser estudioso de las ciencias sociales, para saber y entender que el desarrollo económico no ha impactado positivamente en los grandes segmentos poblacionales, cuya desigualdad se observa a lo lejos. No creemos en aquellos que sólo denuncian desastres y panoramas sombríos.
En quienes desde la actividad política se convierten en profetas siniestros, deseando sobre el país caiga la peste que todo lo diezme, para sacar capital político al dolor ajeno, denunciar no es solucionar, decía nuestro Jacobo Majluta.
Toda denuncia de un problema debe venir acompañada con propuestas de solución, sostenía el Turco. Para lograr eso, el nuevo gobierno debe rodearse de funcionarios bien intencionados, sin importar de qué parcela política provengan, y desechar a quienes como sanguijuelas, sólo persiguen desvalijar al Estado.
El autor es periodista
Reside en Nueva York

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