DESDE MI VENTANA OPTICA :: POLITICA Y LUCHAS SOCIALES
"Por ejemplo, en las elecciones pasadas, el doctor Julián Serulle y Guillermo Moreno, a pesar de sus buenas propuestas, no lograron un gran desempeño electoral. Eso se debió básicamente, a que el populismo, el clientelismo y oportunismo, sustituyeron el idealismo, sacando de competencia a sectores progresistas de las contiendas electorales" entiende Almánzar
Por Alejandro Almánzar
NUEVA YORK.- La lucha por las clases sociales, surgió con la Revolución francesa, alcanzando su mayor esplendor en esta parte del mundo, con el triunfo de la Revolución Bolchevique, en la Rusia socialista, así como con la Revolución cubana, en 1959.
Hasta entonces, la política estuvo reservada para la burguesía, donde las grandes masas sólo servían de trampolín para ellos alcanzar el poder, sin tener ninguna participación en las tomas de decisiones.
La Perestroika provocó la caída del Muro de Berlín, puso fin al socialismo soviético, y desaparecieron las luchas sociales, y muchos siguen apostado a reivindicar este proceso, pero sin éxito alguno.
Por ejemplo, en las elecciones pasadas, el doctor Julián Serulle y Guillermo Moreno, a pesar de sus buenas propuestas, no lograron un gran desempeño electoral. Eso se debió básicamente, a que el populismo, el clientelismo y oportunismo, sustituyeron el idealismo, sacando de competencia a sectores progresistas de las contiendas electorales.
El típico discurso de barricada de estos dirigentes, perdió vigencia, e igual ellos perdieron el contacto con las masas, y como los partidos tradicionales, sólo buscan a los votantes en tiempos de elecciones, como a pavos en Navidad.
Guillermo Moreno, su única carta de presentación, fue su buen desempeño como Fiscal del Distrito Nacional, y aunque el doctor, Julián Serulle Ramia, es dueño de una excelente labor social, poniendo su condición de abogado al servicio de los trabajadores, no cosechó buenos frutos, porque la ha realizado a nivel regional.
Otros genuinos representantes de las luchas sociales, como Luis Moreta (el Gallo) y Raúl Pérez Peña (el Bacho), tampoco han podido convencer a los votantes. Quizás, porque han preferido ser cola de león y no cabeza de ratón, haciéndoles el juego a los partidos tradicionales.
De la nueva camada de políticos, que parecen empeñados en los problemas sociales, son el recién juramentado presidente, Danilo Medina, y su vice presidenta, la doctora Margarita Cedeño de Fernández.
Desde el Despacho de la Primera Dama, demostró vocación de servicio y sensibilidad humana hacia los sectores más vulnerables. El PRD, en sus inicios, abrazó esta filosofía, lo que lo convirtió en fuerza de masas, pero inmediatamente llegó al poder, en 1978, abandonó los frentes barriales, sindicales y sociales.
El PLD, aunque enarbola la lucha de clases, siempre se ha inclinado hacia los profesionales, probablemente tratando de agenciarse a los grupos más conscientes de la nación, y eso le costó el poder en el año 2000.
Tal vez asimilando esa experiencia, el presidente, Leonel y el vicepresidente, Rafael Alburquerque, hicieron énfasis en el programa Solidaridad, teniendo como aliada a Cedeño de Fernández, a favor de la causa de los más pobres.
El sistema de partidos puede tener un gran resurgir, si sus actores terminan adoptando la tesis de “Servir a la Política, para Servirle a la Gente, que debe ser el fundamento del activismo político, para llevar aliento y paz a los que nada tienen.
EL AUTOR ES PERIODISTA.
RESIDE EN NUEVA YORK.
Por Alejandro Almánzar
NUEVA YORK.- La lucha por las clases sociales, surgió con la Revolución francesa, alcanzando su mayor esplendor en esta parte del mundo, con el triunfo de la Revolución Bolchevique, en la Rusia socialista, así como con la Revolución cubana, en 1959.
Hasta entonces, la política estuvo reservada para la burguesía, donde las grandes masas sólo servían de trampolín para ellos alcanzar el poder, sin tener ninguna participación en las tomas de decisiones.
La Perestroika provocó la caída del Muro de Berlín, puso fin al socialismo soviético, y desaparecieron las luchas sociales, y muchos siguen apostado a reivindicar este proceso, pero sin éxito alguno.
Por ejemplo, en las elecciones pasadas, el doctor Julián Serulle y Guillermo Moreno, a pesar de sus buenas propuestas, no lograron un gran desempeño electoral. Eso se debió básicamente, a que el populismo, el clientelismo y oportunismo, sustituyeron el idealismo, sacando de competencia a sectores progresistas de las contiendas electorales.
El típico discurso de barricada de estos dirigentes, perdió vigencia, e igual ellos perdieron el contacto con las masas, y como los partidos tradicionales, sólo buscan a los votantes en tiempos de elecciones, como a pavos en Navidad.
Guillermo Moreno, su única carta de presentación, fue su buen desempeño como Fiscal del Distrito Nacional, y aunque el doctor, Julián Serulle Ramia, es dueño de una excelente labor social, poniendo su condición de abogado al servicio de los trabajadores, no cosechó buenos frutos, porque la ha realizado a nivel regional.
Otros genuinos representantes de las luchas sociales, como Luis Moreta (el Gallo) y Raúl Pérez Peña (el Bacho), tampoco han podido convencer a los votantes. Quizás, porque han preferido ser cola de león y no cabeza de ratón, haciéndoles el juego a los partidos tradicionales.
De la nueva camada de políticos, que parecen empeñados en los problemas sociales, son el recién juramentado presidente, Danilo Medina, y su vice presidenta, la doctora Margarita Cedeño de Fernández.
Desde el Despacho de la Primera Dama, demostró vocación de servicio y sensibilidad humana hacia los sectores más vulnerables. El PRD, en sus inicios, abrazó esta filosofía, lo que lo convirtió en fuerza de masas, pero inmediatamente llegó al poder, en 1978, abandonó los frentes barriales, sindicales y sociales.
El PLD, aunque enarbola la lucha de clases, siempre se ha inclinado hacia los profesionales, probablemente tratando de agenciarse a los grupos más conscientes de la nación, y eso le costó el poder en el año 2000.
Tal vez asimilando esa experiencia, el presidente, Leonel y el vicepresidente, Rafael Alburquerque, hicieron énfasis en el programa Solidaridad, teniendo como aliada a Cedeño de Fernández, a favor de la causa de los más pobres.
El sistema de partidos puede tener un gran resurgir, si sus actores terminan adoptando la tesis de “Servir a la Política, para Servirle a la Gente, que debe ser el fundamento del activismo político, para llevar aliento y paz a los que nada tienen.
EL AUTOR ES PERIODISTA.
RESIDE EN NUEVA YORK.
0 comentarios:
Publicar un comentario