miércoles, 17 de septiembre de 2014

DESDE MI VENTANA OPTICA ::::::: ¡QUISQUEYA SIN INDIGENAS!

"Es el mejor activo que nos hace falta en término racial, social, y político. Los indígenas han demostrado que no depredan, y por el contrario, defienden hasta con sus vidas la “Naturaleza”, es la única vez que han ejercido la violencia contra madereros, cuidando su habitad" sostiene Almanzar


POR ALEJANDRO ALMANZAR

NEW YORK, EE. UU.- Muchos nos preguntan en el extranjero, por qué República Dominicana no tiene indígenas. En respuestas a ellos, nos remontamos al “Descubrimiento de América”, narrándoles las peripecias de Fray Antón, y Padres Las Casas, defendiendo a los quisqueyanos de entonces.

Que la envestida de Nicolás de Ovando contra ellos, nos condenó a vivir a penas con algunos rasgos y vestigios de los habitantes de la Hispaniola, antes de la llegada del almirante, Cristóbal Colón, y sus “evangelizadores".

Fácil llegan a la conclusión, “no es casual que en pleno siglo XXI, todavía el hombre blanco sigue invadiendo los recónditos e inhabitables espacios que finalmente les han reservado para los que sobrevivieron a su crueldad”.

“República Dominicana, lo tiene todo”, reza una cuña comercial, del Ministerio de Turismo, pero es difícil admitir que lo tenemos todo, cuando nos falta la identidad real de nuestros indios ciguayos, caribes, y tainos.

Esa sangrienta colonización, nos impuso nombres y apellidos españoles, africanos, árabes, franceses, ingleses, chinos, alemanes, arrebatándonos la verdadera identidad. Eso explica, por qué no tenemos apellidos Ghandi, Motezuma, Tetatzin, Txtzochitl, Atonal, Matlalcuatzi.

Tampoco Puc, Dzul, Xoche, Ocomatle, Malinal, Quiauvitl, Tepecatl, entre otros. Por eso, he iniciado una campaña a través de mi cuenta de Twitter, abogando por la (Reserva Moral Indígena del Caribe).

Me apego a la evolución y al girar de la Tierra sobre su eje, trayendo los cambios que nos hacen adelantar, por lo tanto, no pido que volvamos a vivir en el bosque, alimentándonos de la vegetación, ni que asumamos como vestimenta los taparrabos.

No intentamos revivir esa historia lúgubre que nos dio origen. El pasado sólo es importante para trillar un mejor presente, hacia el futuro luminoso. Vivir en el pasado, es como bañarse, perfumarse, y ponerse la misma ropa.

Pero eso no quiere decir, que debemos dejar de lado el ayer que tan indignamente nos marcó. Repoblando territorios con indios de Centro o Suramérica, habremos cerrado ese ciclo que nos mantiene fuera de la historia, y que muchos aprovechan para intentar robarse nuestra identidad, y traspasársela a otros.

Es el mejor activo que nos hace falta en término racial, social, y político. Los indígenas han demostrado que no depredan, y por el contrario, defienden hasta con sus vidas la “Naturaleza”, es la única vez que han ejercido la violencia contra madereros, cuidando su habitad.

Al mismo tiempo que saldamos una deuda de injusticia acumulada por siglos, contra una raza noble, que sólo busca vivir en libertad, y apegados a sus culturas, resolveríamos un gran problema de Medio Ambiente, ellos no transigen en eso.

Es tiempo de resarcirlos, pues no conformes con haberlos extinguido como raza, también quieren despojar a los descendientes de Enriquillo, Tamayo, Marien, Caonabo, Anacona, Bonao, Cibao, Baitoa e Higuey de su tierra heredada.


A Quisqueya sin indígenas, le falta todo, por lo tanto, trabajemos por la (Reserva Moral Indígenas del Caribe), para afianzar la dominicanidad que Duarte nos legó, estos son el complemento.

EL AUTOR ES PERIODISTA
RESIDE EN NEW YORK.

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